QUIZÁS SOLO SEA EL
DESTINO.
Las flores de la noche se desaman,
Se abre y se cierran según a su antojo.
Quizás el calor profano de una estrella
Ilumine el camino.
Cierro los ojos,
Pero los ojos del alma siguen abiertos.
Quizás solo sea el destino.
Escucho el silbido del viento azotándome
Con fuerza mientas emerge, desde los confines
De la mente la palabra vida.
Mañana brillara las luces del alba.
Mi corazón suspira libre mientas me decía;
Estas vivo todavía…
Me acerco al calor de un beso
Recito mi vida en verso alcanzando
Por un momento el calor que tu cuerpo.
Cierro los ojos y entiendo que solo
Vivo y muero si siento tu amor
Dándome la vida.
A.JAVIER ESCOBAR
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